27 de julio de 2007

Codigos... Codigos... Codigos...


No. No me refiero al código Morse, ni los que usamos para llamar larga distancia. Me refiero a esos códigos que interfieren la vida cotidiana de las personas, códigos que limitan o hacen que nos cuestionemos nuestro accionar.

Quién impone estos códigos? La sociedad? La familia? Los amigos? Uno mismo? Los códigos van entrando a nuestra vida a través de los años y vivencias, y varias veces nos encontramos acorralados ante la decisión de romperlos o no. ¿Y qué hacemos? Si lo que el código impone no es lo suficiente influyente sobre nuestra persona, ponemos excusa tras excusa hasta convencernos de que no está bien impuesto.

Actuar bajo lo que nos indican no siempre implica actuar éticamente. Es código entre amigas apoyarse en situaciones adversas como conocer a la nueva novia de un ex. Siempre nuestra amiga será mejor que la nueva "chirusa" aún así si ésta es una cruza entre Valeria Maza, la madre Teresa de Calcuta y Albert Einstein. (Máxima n°1 de la amistad entre mujeres - #1)

Es larga la lista de códigos que nos morimos por romper y larga la de los códigos rotos. Sólo esta semana distintas charlas me recordaron varios tipos de códigos que alguna vez quise romper.

Hace un rato tuve una charla sobre si sería correcto salir con alguien que si bien no es amigo de tu ex, es un conocido con el que se lleva bien. Instantaneamente atiné a decir "quien esta saliendo con tu ex?!"(#1). Grande fue mi sorpresa
al escuchar "No, no, soy YO la que quiere salir con su conocido, y se que se llevan bien y se tienen aprecio". Instantáneamente mi discurso se dio vuelta. Y no solo la apoyé (Máxima n°2 de la amistad entre mujeres - #2), sino que también la ayudé a justificar sus actos. (Podemos llamar a esto Máxima n°3 de la amistad entre mujeres -#3).

Otro código, es uno que no todos tienen, y que en general, las mujeres tenemos más que los hombres: salir con la persona que le gusta a tu amig@, y en los peores casos... salir con el/la EX de tu amig@. En el ultimo año conocí 3 historias de este estilo. Una termino en casamiento, otra en convivencia y la otra lleva poco mas de 4 meses. En los 2 primeros casos, la amistad se terminó. En el último perdura, pero... por cuánto más?

No todos los códigos tienen que ver con amig@s y exs. Un código típico entre hombres (y no tanto en mujeres) es el mandamiento "no desearas a la hermana (o mamá) de tu amigo" (Máxima n°1 de la amistad entre hombres - #1'). Hice algunas preguntas para confirmar si son fieles a sus dichos. Las respuestas fueron variadas: algunos opinaban que la hermana (o mamá) de tu amigo no se toca, como si tuviese bigotes. Otros sin embargo dudaban un poco más. Y ante la pregunta de "hermana o madre" una respuesta llamó mucho mi atención: "la verdad es que si la madre esta muy buena, tira mas que la hermana que esta muy buena (...) eso de la 'señora mayor' es mas fuerte".


El código quizá más roto, que nuestros padres se cansan de repetirnos "donde se come... no se caga". ¿Por qué nos insisten con esto? Porque supuestamente puede afectar la performance laboral/estudiantil. ¿y por qué? ¿Acaso no podemos ser lo suficientemente maduros como para afrontar las consecuencias de un romance dejado a medias sin que eso influya en nuestro trabajo/estudio?

Miles de códigos quedaron sin ser escritos en éstas líneas: saludar cortezmente a los vecinos que no soportamos, no contar en a nuestros superiores en el trabajo los problemas "propios del grupo", bla bla bla...


Quién nos obliga a vivir la vida con códigos?
Tengamos la fiesta en paz!!!




[La imagen principal - a color - fue hecha a medida por Daniela --> 1000 gracias!!!]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de la hermana del amigo tiene un gustillo a lo prohibido algo llamativo. Uno sabe que esta mal, y le gusta mas. Aun si no se trata de alguien objetivamente linda. Lo mismo con las primas. Hace poco volvi a ver a la hermana de un excompañero del secundario a quien soliamos delirar. Debo reconocer que al verla en frio nada ocurrio en mi inquieto corazon (por decirlo de alguna manera). La moraleja es que es un codigo que no valia la pena romper. Hay otros que si. Como el de no hablar sobre el Prince of Persia con una chica en el bondi. Saludos.

juan domingo petruzza